martes, 4 de diciembre de 2018

Día a día trato de convencerme de que sólo eres un amigo, que tienes tu vida hecha lejos de mí y que soy feliz con eso, pero la verdad no puede distar más de ese primer punto: el tema es que no quiero que así sea, el tema es que me gustas demasiado, que me encantas.
Cada vez que veo que compartes con alguna mujer me dan los nervios, un dolor de guata tremendo, porque obviamente cualquiera de ellas es mejor y más linda que yo.... Y obviamente cualquiera de ellas podría conquistarte, no como yo...

Trato a cada instante de librarme de esto que siento, que sé que no es correspondido, pero no logro salir de aquí, no logro ver más allá. El problema de que me gustes es ese: no logro ver más allá, no logro ver a nadie más, sólo estás tú en mi mente, ocupando todo el espacio y no logro sacarte de ahí y, al parecer, tú tampoco te quieres ir de ahí.

Si no vas a quedarte a quererme y sólo te quedarás a vivir de la atención que te doy, sé un poco más valiente y corta con esto, sal de mi camino y déjame avanzar, pero no te quedes ahí dando señales equívocas o dejándome migajas sólo para que te sientas bien tú... Porque me estás haciendo daño.

domingo, 7 de enero de 2018

Por años viví pensando en lo insatisfecha que me sentía viviendo en San Felipe: lo fome que es, lo poco dinámico, lo estacionario que es...
Un día pensé que no podía seguir así y que tenía que encontrar un algo que me gustara, ya que esta era mi ciudad natal y en la que había vivido durante toda mi vida y, quién sabe, quizás viviré por siempre y fue el viento el que me reveló la respuesta: las nubes.
El valle tiene su lado especial en invierno: las nubes caen como cascada por el cerro La Giganta y otros cerros. Si miras hacia la cordillera de la costa al atardecer, verás un paisaje invernal sublime. Las alamedas se llenan de hojas secas que suenan al aplastarlas, corre un viento frío y fresco y, cuando nieva, la cordillera de Los Andes se ve majestuosa, imponente, impoluta.
Hay muchas cosas que no me gustan de vivir aquí, pero las que sí me gustan, le ganan con creces a las otras. Santiago me gusta, sí, pero sólo aquí encuentro la paz del valle. Es como si siempre sonara un piano de fondo cuando miras a sus paisajes. Una obra bella, una obra de arte, una obra conpleta teñida con viñedos, cerros, ríos y esteros.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

We might as well be strangers

I don't know your face no more
Or feel your touch that I adore
I don't know your face no more
It's just a place I'm looking for 
We might as well be strangers in another town
We might as well be living in a different world
We might as well
We might as well
We might as well 

We might be walkers in different spaces


I don't know your thoughts these days
We're strangers in an empty space
I don't understand your heart
It's easier to be apart 


We might be looking for different streets


We might as well be strangers in another town
We might as well be living in a another time
We might as well
We might as well
We might as well be strangers
Be strangers
For all I know of you now
For all I know of you now
For all I know of you now
For all I know


We might be lovers in a different world.

Miedo

A veces me cuesta entender las cosas...
Bueno, no a veces... Siempre.

El otro día pensaba que en realidad, mi miedo real es al compromiso y, por lo tanto, a lo que implica estar en una relación. Sin embargo, me resulta difícil pensar en que no quiero estar en una. ¿Será que las cosas en mi vida se dan siempre de manera paradójica? ¿O es que yo manejo las cosas de manera tal que logro darlas vuelta aún sin darme cuenta?

A veces, cuando creo que me gusta alguien pienso en lo mucho que me gustaría conquistarlo y que, así como yo le miro, él advirtiera al menos mi presencia. Luego, pienso en que si obtuviera dicha atención perdería todo interés porque 'conseguí lo que quería' o, simplemente, huiría por el miedo al compromiso.

Ayer, durante la clase de literatura sobre André Breton y su relación con Nadja, pensaba: quizás yo soy como él... Quizás, al igual que Breton, yo sólo me fijo en esas personas de las cuales puedo sentir un interés o un gusto intelectual y no erótico o romántico. De todos estos años de mi vida, sólo hay un hombre que me ha gustado y no me ha hecho sentir eso y, al comentarle esto a una amiga, me devolvió esta pregunta "¿no era así porque eras tú quien se sentía inteligente en esa 'relación'?". Luego de un rato, atiné a contestarle que no sabía pero que me gustaba por ser la persona que él era, sin embargo, no sé si por orgullo o por lo volada que soy es que no sé reconocer si de verdad es como lo dijo mi amiga, muy clara de mente por cierto...

Últimamente vengo cuestionándome mucho este tema de las relaciones y, lo más malo al respecto es que no logro encontrar respuesta alguna. Quizás está dado por lo que antes presenté o quizás está dado por las marcas que han dejado las relaciones de la gente cercana a mi alrededor, aún cuando sé que esto no debiera ser así, porque todos tenemos el derecho a vivir nuestras propias experiencias... Aunque esto no logra calmar del todo mis inquietudes, tendré que seguir rebuscando en las cajas de mi mente a ver qué es lo que no me permite avanzar.

martes, 31 de octubre de 2017

Atardecer

Los cementos en la calle,
Las paredes orientadas al sol
Extrañan mi mirada hasta el siguiente amanecer.

"Te quiero" susurré mientras se alejaba sin voltear.

"Te amo" dijo él... Y en la distancia, no lo alcancé a escuchar.